Refugio #13
Un mes viviendo en otro país y el lado B. El dulce de leche, respirar, la escritura como guía y lo que permanece.
Hola querida lectora
Hoy es sábado 22 de marzo y te escribo desde Italia. Sí, ya me mudé, ya nos mudamos, en unos días cumplimos un mes viviendo en este pueblito de estilo medieval de la región de Umbría. Tal vez suene muy romántico todo pero el lado B de esta carta es que cuando empecé a escribirte hace dos semanas el flujo de lo que quería contarte se cortó. Volví a intentarlo unos días atrás y cuando me leí, sentí que había pasado tanto (cambios, sensaciones, movimientos) que el contenido de la carta me pareció viejo, desconocido y aburrido. En realidad, era yo la que no se estaba reconociendo en esas palabras. Fui tantas versiones estas semanas que terminé mareada de mi misma la escritura lo representó tal cual y me lo permitió ver. Gracias amiga escritura por eso.
Es que mudarse de país no es gratis ni fácil. Y no me refiero a lo que puede salir económicamente, sino a la energía que invertís desde el momento en que sacas el pasaje. Hablo de esa cuota de energía creativa y creadora que estoy acostumbrada a dedicar a mis proyectos, a la escritura, a mi trabajo en Anicca, a mis sueños y a mi cuerpo. Ahora que ya me siento más – toda una – y que no solo llegó mi cuerpo físico a este lugar, sino también mi mente, mi alma y todo el sistema energético que me compone. Ahora que me vuelvo a sentir y a dedicarle tiempo a solo eso, sentir, reconozco que los últimos dos meses fueron una locura.






En Argentina febrero fue cerrar ciclos, hacer despedidas con personas del corazón (hoy sin duda es uno de mis recuerdos favoritos) y agradezco tanto haberme repetido en ese entonces: “abrazá, decí todo lo que querés decir, disfrutá, estate acá presente, no importa la lista larguísima de pendientes.” Gracias a esa Sol viví por completo esos momentos que a la distancia tienen un valor agregado enorme. Después, desarmar una casa y ¿una vida?, puedo parecer exagerada pero la sensación fue esa, que desarmé una vida y ahora me sentía en cero. Extrañé todo, levantarme en la que era mi cama, el ruido de la calle por el que antes me quejaba, hasta extrañé el dulce de leche cuando nunca me reconcí fanática de él. También febrero fue para cerrar los encuentros presenciales de Anicca y así sucedió Agradecer, una experiencia maravillosa donde meditamos, bailamos y escribimos; también cerré las clases de yoga, donde recibí palabras hermosas, regalitos, abrazos y lágrimas. En fin, todo febrero fue intenso, y ya sé que esta es la carta de marzo, pero para contarte la sensación de este mes, tenia que pasar por ahí. Porque de estar 24 x 7 con amigas y familia, cenas veraniegas, abrazos, mimos, buenos augurios, calles conocidas y todo lo que significaba Argentina para mí, pasé a despertarme en otro lugar, desorientada en el absoluto silencio, con un clima frio y lluvioso, la sensación de no tener nada para hacer, querer hacer y a la vez, no tener energía más que para dormir.
¿Cómo se llama eso? Estar pasada de rosca (decimos en criollo) o sobre pasada, después de los miles de estímulos que viví en mi país de origen, la paz, la naturaleza exuberante del lugar y la nada, me parecieron perturbadoras. Pasé por todos los estados: alegría, miedo, desconcierto, creer que la decisión había sido una locura y por tanto me había vuelto loca, gratitud, libertad, calma, incertidumbre, claridad, tristeza, entusiasmo, felicidad. Sí, la paleta completa de emociones con todos sus matices. Esas muchas yo escribieron las versionas anteriores de esta carta, hablando todas juntas a la vez. Pero como todo en la vida tiene su tiempo bajo el sol, un día paró de llover y el cielo se abrió. Adentro y afuera sentí como el paisaje se iba iluminando, reconocí que es necesario pasar por las tormentas porque en ellas recordamos y ponemos en práctica nuestra inmensa y peculiar fortaleza.
¿Qué puedo decirte hoy?
Primero que me siento mucho mejor, en mi centro, en contacto con mi naturaleza que es en movimiento. Literal, hoy volví a bailar, mi cuerpo dijo: bueno ya estamos listas. Y aproveché el espacio que tengo ahora para moverme sin golpearme con ningún mueble.
Segundo que más allá de las tormentas o el sol radiante, todo al final es pasajero, porque ahora volvió el frio y la lluvia por ejemplo. Pero también hay algo intangible y de una fortaleza enorme que permanece. Todo el tiempo me acompaña una certeza subterránea, aún en los momentos que una vocecita chillona me dice ¿pero qué hiciste Sol, si allá lo tenías todo? Sigue siendo más clara la voz de la certeza subterránea (así la llamo porque nutre mi tierra más profunda y todo lo que crece) que me recuerda que estoy en el lugar correcto. ¿Y qué es lo correcto? No tengo mucha idea, solo puedo decirte que es más una sensación que una explicación (es la otra, la chillona, la que se muere por explicarlo todo) En cambio ésta, se parece a lo que llaman intuición, o guía del alma, corazonada, saber natural. Mi cuerpo esta tranquilo, sé que el camino es el indicado y que la formula sigue siendo la misma allá, acá y en cualquier parte, ir de a un paso a la vez.
Lo que me ayudó a estar con los dos pies en esta tierra nueva y sentirme en casa fueron básicamente las prácticas que comparto en Anicca. Otra vez, me asombra y conmueve como todo se integra. El cuerpo, la mente y el alma, un ser completo. El toda una, con mis singularidades y en interconexión y relación con la vida.
¿Qué estuve haciendo para ser más precisa?
🖐️Esto no lo tomes como un checklist para cumplir por favor, más bien representan un collage de prácticas que me ayudan y que en todo caso te inspiren a explorar lo que te hace bien y reconocer cuáles te hacen sentido a vos. En mi caso (y no es que todas son de todos los días, también hay un tiempo dedicado al trabajo) pero las infaltables son: 1. hacer yoga por las mañanas; 2. meditar un poquito cada día; 3. salir a caminar o correr o hacer ejercicio en la plaza; 4. escribir. Después hay mini ratitos que se los dedico a cosas tan simples como: mirar el atardecer, mirar la luna, admirar los colores del cielo, la forma de las nubes, escuchar a la gente hablar en otro idioma, probar sabores nuevos, leer, dar y recibir abrazos. Como novedad me decidí a iniciar una formación sobre la naturaleza de las fuerzas del cuerpo que me tiene maravillada. Esas prácticas me nutren y así, paso a pasito, fui recuperando la energía y pude conectar con otros aspectos de mi ser, como las sesiones de Registros Akáshicos, compartir reflexiones en el Instagram y armar el taller de escritura para abril.
De a poco comprendí que no me quedaba otra que darme tiempo, ese tiempo que siempre digo que es sagrado y ahora me tocaba hacerlo cuerpo. Y con esto no quiero decir que todo ya este resuelto y transitado (es probable que recién esté empezando otro viaje llamado “emigrar”) Repito y me repito, de un paso a la vez. De un compás a otro, reconociéndome en este capítulo nuevo de vida.
Como te escribí en cartas anteriores, no hay que irse de lejos para recordar que la vida es misteriosa y que el control es una ilusión, que al final siempre es hoy y hoy no es siempre. Por suerte tenemos a disposición en nuestro cuerpo, alma y mente, las herramientas necesarias para acceder a la sabiduría interior. Hablo de esa certeza que habita en las profundidades de cada una, donde se encuentra la llave de acceso a la conciencia creativa desde donde podemos vivir la vida, abrazarla, disfrutarla y participar de ella con cada decisión de esto que estamos siendo ahora.
Hoy mis decisiones son pocas, pero claras, seguir con Refugio (estas cartas), hacer hogar en este pueblo con mi compañero y mis gatas, abrirme a conocer personas y la manera en que viven, seguir con Anicca, mi proyecto expansivo de vida, y por sobre todo, sentir el día a día, sorprenderme y respirar este aire verde que tanto añoré.
Nos vemos en abril querida amiga
Te mando un abrazo enorme
Si querés contarme cómo vivís vos tus procesos de cambio, encantada, te leo
Con amor,
Sol
Pd. Terminé de escribirte esta carta el 26 febrero, hoy se cumple un mes en Italia. También en marzo fue mi cumpleaños, el cuatro llegaron mis treinta y seis 🎂.






📆Agenda de novedades: en este espacio te comparto lo que está sucediendo en Anicca por si te entran ganas de sumarte a las propuestas 💗
✍️En abril comienza el taller de escritura “Mis maneras de nombrarte” es virtual, para todo el mundo de habla hispana y es transformador. Si querés sumarte escribime a anicca.ok@gmail.com para pasarte toda la información.
🌟Por ahora solo estoy tomando turnos para Registros Akáshicos. Las sesiones son a distancia por video llamada. Si querés saber de qué se tratan, te invito a pasar por mi instagram, ahí hay videos donde hablo al respecto.
Hola Sol que lindo leerte y saber más de esta nueva etapa.
Me encanta ver tus historias de Instagram y cuando no subís digo cómo estará Sol ?
Gracias por compartir por acá bien tratando de hacer cambios en casa pero bien.
Te súper quiero